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3.43 AVERAGE


An excellent, short novel about life and death in a small Southern town. The beginning of the book is confusing and depressing...but hang in there, it gets much better. I loved the dialog between the characters at the wake and just after. Welty was an excellent writer of charming yet realistic dialogue which is not an easy thing to write.

You have to be in the mood for real literature. But this is a true gem.
slow-paced
emotional reflective relaxing medium-paced
Plot or Character Driven: Character
Strong character development: Yes
Loveable characters: Complicated
Diverse cast of characters: No
Flaws of characters a main focus: Complicated
dark emotional reflective sad slow-paced
Plot or Character Driven: Character
Strong character development: Complicated
Loveable characters: No
Diverse cast of characters: Yes
Flaws of characters a main focus: Yes

The author reads this audiobook... She is in no way a professional narrator so I don't want to be harsh. But her accent (American southern), pacing, and a lisp makes this audiobook very tough for me to take in. I will definitely miss things if I read this way. So I'm dnfing to get a print version.
dark emotional reflective sad medium-paced
Plot or Character Driven: Character

Naturaleza es el mejor cirujano.”: Eudora Welty.

Esta novela sale a luz por primera vez en The New Yorker el 15 de marzo de 1969, con un estilo al servicio de una historia que sigue su olfato con los instintos de un buen perro de casa sin perder nunca el olor de su presa. Una novela con todas las cualidades propias de las novelas cortas, donde los matices temáticos, suspenso la hace propia, teniendo en cuenta que la autora, una regionalista sureña, su ficción ha demostrado dos nociones entrelazadas: la facilidad con que lo ordinario se convierte en leyenda y la firmeza con que lo exótico se basa en banal.

Eudora Welty, ganadora del prestigioso Premio Pulitzer en 1973, apegada a la tradicional lista de brillantes novelas sureñas, donde encontramos escritores de la talla de Truman Capote, Carson McCullers, William Faulkner y Rorbert Penn Warre. Con La Hija del optimista nos encontramos una vez mas en sur, en ese sur donde se hace distinciones reales a Texas y Missisisppi, y Mississippi y West Virginia.

La hija del optimista es la batalla de valores entre Laurel McKelva Hand, la hija del juez Clint McKelva, y Wanda Fay, pero a la vez también es una batalla que se da internamente en Laurel al examinar en que cree. Dos tipos de personas, dos versiones de la vida, dos fuerzas rivales. Un juez que muere tras someterse a una operación quirúrgica, dejando a una hija huérfana, claro ya con edad, pero a la suerte de la segunda esposa, mas joven que la hija, de este que cumplía los caprichos del padre, y que de manera indirecta tuvo que ver con la muerte de su padre, una mujer orgullosa, con las ya conclusiones de la vida material después del muerte de McKelva. La casa será el escenario de rememoración la infancia, los recuerdos que en las paredes la vieron crecer, pero estos recuerdos se verán truncado por Fay. La casa será la escena de confrontación entre Laurel y Fay, el descubrimiento de una vieja placa, una pieza de madera tallada hecha por McKelva para su madre, ahora rayada, raída, manchada por las colillas de cigarrillos, esto provoco el izamiento de Laurel ante los insultos y la condescendencia de Fay, que por poco le parte la madre, pero Fay le dice que no sabe luchar, pero a esto Laure persive que Fay no sabe por que esta luchando para ganar esta batalla. La victoria de Fay es heredar la casa, pero sus valores humanos, el sentido de la vida que se ha vivido en ella se le escapa, mientras que la victoria de Laure es tener esos valores firmemente ante ella. Dejémoslo ahí……

En lo personal, es una novela con un excelente tema, mas no la forma de su desenlace que esperaba tener, y es aquí que entra en juego el que algunos no le den una buena puntación a esta novela, pues hay un corte al final, donde todo termina, y cada uno para su casa, sin la mayor lucha de ir en defensa de lo propio, como un largo adiós a un espacio muy corto no solo a los muertos sino también a la ilusión y al sentimiento. Pero nada te dejare que navegue en sus letras.

absolutely beautiful - Eudora Welty is one of our most gifted writers.

This book seemed rather low-key to me. While it was well written, it didn't grab my imagination as I thought it would. Discussing this with both friends and my 90 year old grandmother, we came to the conclusion that it was a product of it's time - which was 40 years before now. I found that perspective interesting. It was a window into possible reactions to death, dying, and women back in 1969.

I think I would like to read this book in a literature class and really talk about it. There were sections that really caught me, but on the whole I had a hard time following the scenes and often had to go back and keep reading. I wanted desperately to like it, but thirty pages before the book was over I realized that I didn't really care what happened in the end.

It did have some beautiful sentences and paragraphs, and I was glad I finished reading because the end was my favorite part.