Si vienes aquí buscando una novela histórica en el sentido estricto de la palabra, te vas a llevar una decepción. Esta plagada de anacronismos y ángulos que no encajan en una novela histórica rigurosa, pero sin embargo funciona muy bien. Mackenzi Lee y yo compartimos la frustración de ver a las personas quejarse de que las protagonistas de las novelas históricas suelen ser chicas modernas arrojadas a un escenario antiguo, y el criticismo puede llegar a ser válido dependiendo de como se llevé al personaje, aquí no lo es. Felicity busca una educación como médicos y no se conforma a la vida que el siglo XVII le tenía reservado a las mujeres, pero sin embargo piensa con una mentalidad del siglo XVII, se siente real. Y ese realismo se utiliza para criticar muchas actitudes que actualmente se siguen viendo. Definitivamente me gustó más que la Guía del caballero al vicio y la virtud (aunque Monty y Percy siempre van a tener un hueco en mi corazón)