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A review by eibi
Ropa música chicos by Viv Albertine
«– Bueno, ahora que nos hemos visto mutuamente -dijo el unicornio-, si tú crees en mí yo creeré en ti». 'A través del espejo', Lewis Carroll.
Hay vidas que son como esos viejos discos de vinilo; una cara A con ritmos divertidos, llenos de fuerza, de esos que enganchan desde el principio; más luminosos, más vendibles. La cara B, como se escucha después, suele esconder lo contrario: las canciones más experimentales, melodías más íntimas, algo un poquito random...Siempre me gustó más esta parte, la que se reproduce menos. Estoy casi segura que mis canciones favoritas de la vida siempre han estado en ese otro lado.
Viv Albertine fue una de las integrantes del grupo punk británico, The Slits. Disculpad la expresión y la vehemencia, pero después de pasarme las últimas semanas inmersa en sus memorias solo puedo resumirlas así: la puta ama.
El libro se divide en dos partes, la Cara A: centrada en la Viv niña/adolescente; un retrato generacional de una chica de clase baja en los 70 que busca su propia identidad e intenta hacerse un hueco en una escena musical totalmente masculinizada y que apenas cuenta con referentes femeninos. ¿Sabéis quién fue la que le hizo darse cuenta que ella también podía tener su propia voz dentro de este mundillo? Patti Smith. ¡Ay queridas! la importancia de encontrarnos referentes alejados de lo establecido mientras crecemos.
La Cara B, que ha sido sin duda alguna mi parte favorita, es la que te rompe los esquemas; la más dolorosa. Una Viv adulta, perdida, intentando reconstruir su vida. Buscando crear un hogar/refugio (ese que no tuvo de pequeña) mientras se da cuenta que muchas veces tener eso y renunciar a ti misma, no es la mejor opción.
Sufrió dos abortos, varias in vitro hasta que pudo ser madre, un cáncer, relaciones tóxicas...y lo cuenta todo con una honestidad pasmosa. Es un libro crudo, no esconde ni romantiza absolutamente nada, y ahí radica su fuerza. Aún con este panorama mantiene el humor; la naturalidad en la manera de contar las dificultades y problemas me ha recordado mucho a Caitlin Moran.
Esta mujer lleva toda la vida aprendiendo, es una superviviente nata. Ha sido un lujazo ver su proceso, su lucha constante, cómo ha ido recuperando la confianza en sí misma, aún cuando las personas que se suponía que debían apoyarla la ridiculizaban.
Empezar de cero cuando se supone que has llegado al standard vital marcado; cuando te das cuenta que por el camino de cumplir expectativas ajenas, te has perdido a ti misma, luchar para cambiar eso mientras lo tienes todo en contra y el miedo te paraliza, no es nada fácil. Viv Albertine tuvo las agallas de enfrentar la cara B de la vida, con toda la rebeldía, fortaleza y dignidad de la que es capaz una mujer que no se conforma y yo me quedo con esa parte, aunque sea la más jodida.
Porque ahora no tenía que pensar en nadie. Podía ser ella misma, dedicarse a sí misma. Y eso era lo que últimamente sentía que más necesitaba: pensar...» Al faro, Virginia Woolf.
Hay vidas que son como esos viejos discos de vinilo; una cara A con ritmos divertidos, llenos de fuerza, de esos que enganchan desde el principio; más luminosos, más vendibles. La cara B, como se escucha después, suele esconder lo contrario: las canciones más experimentales, melodías más íntimas, algo un poquito random...Siempre me gustó más esta parte, la que se reproduce menos. Estoy casi segura que mis canciones favoritas de la vida siempre han estado en ese otro lado.
Viv Albertine fue una de las integrantes del grupo punk británico, The Slits. Disculpad la expresión y la vehemencia, pero después de pasarme las últimas semanas inmersa en sus memorias solo puedo resumirlas así: la puta ama.
El libro se divide en dos partes, la Cara A: centrada en la Viv niña/adolescente; un retrato generacional de una chica de clase baja en los 70 que busca su propia identidad e intenta hacerse un hueco en una escena musical totalmente masculinizada y que apenas cuenta con referentes femeninos. ¿Sabéis quién fue la que le hizo darse cuenta que ella también podía tener su propia voz dentro de este mundillo? Patti Smith. ¡Ay queridas! la importancia de encontrarnos referentes alejados de lo establecido mientras crecemos.
La Cara B, que ha sido sin duda alguna mi parte favorita, es la que te rompe los esquemas; la más dolorosa. Una Viv adulta, perdida, intentando reconstruir su vida. Buscando crear un hogar/refugio (ese que no tuvo de pequeña) mientras se da cuenta que muchas veces tener eso y renunciar a ti misma, no es la mejor opción.
Sufrió dos abortos, varias in vitro hasta que pudo ser madre, un cáncer, relaciones tóxicas...y lo cuenta todo con una honestidad pasmosa. Es un libro crudo, no esconde ni romantiza absolutamente nada, y ahí radica su fuerza. Aún con este panorama mantiene el humor; la naturalidad en la manera de contar las dificultades y problemas me ha recordado mucho a Caitlin Moran.
Esta mujer lleva toda la vida aprendiendo, es una superviviente nata. Ha sido un lujazo ver su proceso, su lucha constante, cómo ha ido recuperando la confianza en sí misma, aún cuando las personas que se suponía que debían apoyarla la ridiculizaban.
Empezar de cero cuando se supone que has llegado al standard vital marcado; cuando te das cuenta que por el camino de cumplir expectativas ajenas, te has perdido a ti misma, luchar para cambiar eso mientras lo tienes todo en contra y el miedo te paraliza, no es nada fácil. Viv Albertine tuvo las agallas de enfrentar la cara B de la vida, con toda la rebeldía, fortaleza y dignidad de la que es capaz una mujer que no se conforma y yo me quedo con esa parte, aunque sea la más jodida.
Porque ahora no tenía que pensar en nadie. Podía ser ella misma, dedicarse a sí misma. Y eso era lo que últimamente sentía que más necesitaba: pensar...» Al faro, Virginia Woolf.