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A review by lulicia
The Tea Dragon Society by K. O'Neill
5.0
*4.5*
Dios, qué hermosura. Lloré de pura ternura. Hace mucho no me enamoraba tanto de una historia, y esta es una belleza visual. Literal, cada página es un goce para los ojos :')
A ver, es cortita y hay algunas cosas que se cuentan para que el lector las sepa, así como rápido, y las relaciones se van desarrollando a lo largo de las estaciones, mientras que el lector tiene solo un pantallazo de todo esto una vez por estación. Por eso 4.5 y no 5, porque quiero más páginas, y una serie animada y un juego. Pero es tan precioso todo que se lo perdono.
Los personajes son todos un amor, los sentimientos que fluyen en las páginas son todos tan puros, los dragoncitos bebé son per-fec-tos, el sistema de magia es tan liviano y fantástico a la vez. Es el libro perfecto para relajarse con una taza de té. Hay relaciones LGBT+ y un personaje en silla de ruedas, pero están todos como parte de la historia, no resaltados como una medalla de inclusión. Amé, amé.
Lo mejor, sin duda alguna, son las ilustraciones. Si tuviera este libro en físico, estaría babeado en cada página. La historia, simple y dulce, acompaña cada dibujo con sintonía musical, lo juro.
Dios, qué hermosura. Lloré de pura ternura. Hace mucho no me enamoraba tanto de una historia, y esta es una belleza visual. Literal, cada página es un goce para los ojos :')
A ver, es cortita y hay algunas cosas que se cuentan para que el lector las sepa, así como rápido, y las relaciones se van desarrollando a lo largo de las estaciones, mientras que el lector tiene solo un pantallazo de todo esto una vez por estación. Por eso 4.5 y no 5, porque quiero más páginas, y una serie animada y un juego. Pero es tan precioso todo que se lo perdono.
Los personajes son todos un amor, los sentimientos que fluyen en las páginas son todos tan puros, los dragoncitos bebé son per-fec-tos, el sistema de magia es tan liviano y fantástico a la vez. Es el libro perfecto para relajarse con una taza de té. Hay relaciones LGBT+ y un personaje en silla de ruedas, pero están todos como parte de la historia, no resaltados como una medalla de inclusión. Amé, amé.
Lo mejor, sin duda alguna, son las ilustraciones. Si tuviera este libro en físico, estaría babeado en cada página. La historia, simple y dulce, acompaña cada dibujo con sintonía musical, lo juro.