Este libro fue FENOMENAL.

Primero que nada, debo decir que me encanta la manera en la durante toda la trama se nota que la protagonista (la agente Zoe Prime) pese a su habilidad es humana, tiene pensamientos negativos como la gran mayoría de personas, comete errores e intenta corregirlos, haciendo que esos errores sean la clave y motivación para seguir adelante con su investigación sobre el caso, además de motivarla a mejorar su vida personal de poco a poco.

Me encantó como poco a poco mejoró su salud mental, no fue del tipo "Ah, acabé el caso, puedo relajarme, tener paz y ser feliz sin hacer nada", sino que se mostró cómo tenía sus propias crisis, lloró y se sintió sola, insuficiente, como sentía su sinestesia una "maldición", pensó en ella misma y sobre su lamentable vida, se alejó de la gente para sentirse a salvo de alguna manera (reflejó lo que las personas en la vida real pueden hacer), y sobre todo, como se culpó a sí misma por muchos de los sucesos ocurridos, y que estos mismos "errores" fueran el punto de quiebre y de mejora de Zoe.

Otra cosa que me encantó, es que gracias a que Zoe se fue abriendo poco a poco con las personas fue dejando un poco de lado sus traumas y empezó a comprender más a quienes le rodean, si bien no actuaba como una "persona normal", empezó a reflejar poco a poco el tipo de persona que realmente era, dejó ver ese lado emocional que en el primer libro no pudo verse tanto.

Además, tengo que decir que el asesino fue realmente espectacular, al principio no sabía qué tenía ese tipo, si estaba borracho, enfermo o si veia serpientes a modo de patrón como lo fue el del anterior libro o algo así, y debo decir que es un personaje bien planeado desde el principio, mostró como era alguien ejemplar, inteligente y fue cayendo poco a poco gracias a su accidente, todo hasta volverse en un asesino, plantó pruebas en contra de otra persona y nos dió un gran giro de trama que de verdad si me sorprendió bastante y si me hizo tener que tomar una pausa para aclarar mi mente con todo esto.

Finalmente, tengo que destacar los personajes de la agente Rose y de la Dra. Applewhite.

Shelley desempeñó el papel no solo de amiga y compañera de trabajo, sino que dejó su instinto maternal sobre Zoe, que si bien la hizo sentir presionada, extraña, celosa y podría decir que hasta miserable por no tener su vida, igualmente al empezar a entender a esta última, le dió todo el apoyo que pudo, y realmente admiré que aceptara levantarse de la cama tantas veces por Zoe, no cualquiera interrumpe su sueño por ayudar no solo a una compañera de trabajo a resolver un caso, sino a su amiga, a aquella en quien confía y simplemente deja ser.

La Dra. Applewhite, una persona que creyó desde el primer momento en Zoe y siguió confiando en ella pese a todo, siguió ejerciendo su papel como mentora, se mantuvo fuerte y confío plenamente en que nuestra protagonista podía cerrar el caso con éxito, además de ser la primera en plantearle acerca de ir a una psicóloga para poder avanzar personalmente y sanarse a sí misma.

¿Qué más puedo decir?
Debo felicitar al autor por esta gran obra y comenzar a leer el siguiente libro de esta interesante historia.