Está escrito de una manera muy bonita. Tiene reflexiones sobre la muerte, el destino y la vida que son diferentes a los otros libros que me he leído.
Siento que la mentalidad algo idealista del autor se refleja en cómo habla y piensa Sayuri. Al principio la retratan cómo un niña muy ingenua, porque es precisamente eso, y al final madura un poco más, pero siempre fue bastante ingenua.

Los personajes secundarios como hatsumono, Mameha o Nobu son mucho más interesantes que la protagonista. Este libro es como si fuera Sayuri diciendo un monólogo de su vida, entonces hay partes en las que le resta emoción a sus propias experiencias. Sobre todo en su debut como Geisha, se supone que eso marca un hito en la historia, pero el autor lo hace sentir como si fuera de lo más común.

Hay que el autor se empeño mucho en investigar sobre las geishas, y se ve de manera exquisita en todo el libro. Sobre todo con la descripción de kimonos.

Frases:

- "descubrí que la tristeza es un peso difícil de llevar"