Este libro y yo nos hemos encontrado en el momento en el que yo más lo necesitaba. Parece más destino que casualidad que lo haya leído hoy y que como consecuencia, me haya acariciado el cora como lo ha hecho.

Todos nacemos en un lugar, no solo del mapa sino de la sociedad. Annie Ernaux trata, mediante la figura de su padre y su relación con él, la posibilidad de traicionar a este lugar, salir de él, incluso pelear con él para acabar, finalmente, reconciliándonos con él.


"Al escribir se estrecha el camino entre dignificar un modo de vida considerado inferior y denunciar la alienación que conlleva. Porque esas formas de vida eran las nuestras, y casi podía considerarse felicidad, pero también lo eran las humillantes barreras de nuestra condición (conciencia de que "en casa no estábamos del todo bien"), me gustaría decir alienación y felicidad a la vez. O, más bien, la impresión de balancearse de un extremo a otro de esta contradicción".

"Quizá su mayor orgullo, o puede que hasta la justificación de su existencia: que yo pertenezca a un mundo que lo había despreciado a él".