Este libro cuenta la historia de una familia judía nacida en Estados Unidos, una de esas historias que no pasa mucho pero hace sentir muchísimo. Me hizo notar que nuestra nacionalidad o religión no importa tanto como pensamos, somos iguales todxs, compartimos una complejidad y una constante búsqueda de nuestra verdadera esencia. Nos invita a regresar a nuestras raíces, nuestros recuerdos y detalles del día a día. Una conversación de familia, paternidad, comunidad, pareja y muchas otras cosas más. 
Todo gira alrededor de ¿qué significa tener vínculos? y ¿qué significa ser vínculo de alguien más? Complejo, chistoso, triste y curioso, así nos lleva JSF una vez más con sus saltos en el tiempo y claro, sin dejar atrás sus toques de nostalgia y veganismo. Un libro para cuestionar lo binario de nuestros pensamientos y abrir la puerta para que entre la luz a ese cuarto oscuro.