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A review by eibi
Los orígenes by Saša Stanišić
«Cualquier hogar es casual: naces aquí, te destierran allá, donas tu riñón a la ciencia en otro sitio. Dichoso aquel que puede influir en la casualidad. El que no abandona su hogar por obligación, sino por voluntad propia».
'Los orígenes' son memorias de infancia y de Guerra (la de Los Balcanes); de exilio, de familias migrantes y de reconstruir la vida que ya no tienes.
A medida que su abuela Kristina va perdiendo la memoria, Sasa reconstruye la historia familiar, a través de los recuerdos.
No son memorias al uso, ni tampoco lineales, la manera de narrar del autor me ha sorprendido mucho por su originalidad. Está escrito con un marcado tono irónico, (a veces parece que es la única manera de enfrentarse al dolor y hacer denuncia). Me ha conmovido el cariño que transmite hacia su abuela, la diversión al contar ciertas anécdotas o la bondad de su abuelo Pero...,son pequeños momentos de luz en una historia que no deja de ser dura y obviamente triste. La parte final me ha parecido un homenaje precioso a su abuela.
De esta lectura se pueden extraer muchas reflexiones, por desgracia, bastante atemporales. Se puede hablar de personas migrantes, del (mal)trato que reciben, de la poca empatía y solidaridad que tiene la sociedad. Del sinsentido de la guerra y sus consecuencias. De lo difícil que es restaurar y restituir el sufrimiento de las víctimas (y sin ello, es imposible una justicia real).
Me parecía algo retrógrado y hasta destructivo eso de hablar sobre "mis" o sobre "nuestros" orígenes en una época en que la procedencia y el lugar de nacimiento se volvían a utilizar como rasgo diferenciador, en la que se levantaban nuevas fronteras y los así llamados "intereses nacionales" resurgían del pantano seco de la Kleinstaaterei, la extrema fragmentación en pequeños estados que reinó en otros tiempos. En una época en la que la discriminación volvía a formar parte del programa y volvía a ser elegible
Epílogo. Las casualidades de la vida:
al mismo tiempo que terminaba esta lectura, el fotoperiodista, Gervasio Sánchez , estrenaba su último documental 'Álbum de posguerra', también sobre la antigua Yugoslavia. No sé si estáis familiarizados con los conflictos armados, para mí es defecto profesional/obsesión, así que siempre intento estar al día y reciclar conocimientos sobre el tema.
El caso es que, Gervasio, decía en la entrevista lo siguiente: «En Bosnia, antes de los tiros empezaron los insultos, y fue creciendo hasta que las armas empezaron a ladrar». No puedo evitar relacionar todo esto con la situación actual, donde el odio y los prejuicios campan a sus anchas y sin vergüenza, además con el beneplácito de la prensa.
A lo mejor, en lugar de quitar importancia a ciertos comentarios y aptitudes, pensando que son casos aislados o de un par de ignorantes nostálgicos, deberíamos denunciar/rechazar/parar...estos actos, de manera contundente y sin titubeos, desde el principio, en ese "antes", cuando todo nos parece una "tontería"...no vaya a ser que cuando vengan las balas sea tarde. Si no, siempre podéis leer este libro o alguno parecido, y ver lo que ocurre cuando empiezan los insultos y se mira hacia otro lado.
«Todos esperaban buenas noticias y una vida mejor, ni siquiera hacía falta que fuese buena. Lo bueno era seguir vivos».
'Los orígenes' son memorias de infancia y de Guerra (la de Los Balcanes); de exilio, de familias migrantes y de reconstruir la vida que ya no tienes.
A medida que su abuela Kristina va perdiendo la memoria, Sasa reconstruye la historia familiar, a través de los recuerdos.
No son memorias al uso, ni tampoco lineales, la manera de narrar del autor me ha sorprendido mucho por su originalidad. Está escrito con un marcado tono irónico, (a veces parece que es la única manera de enfrentarse al dolor y hacer denuncia). Me ha conmovido el cariño que transmite hacia su abuela, la diversión al contar ciertas anécdotas o la bondad de su abuelo Pero...,son pequeños momentos de luz en una historia que no deja de ser dura y obviamente triste. La parte final me ha parecido un homenaje precioso a su abuela.
De esta lectura se pueden extraer muchas reflexiones, por desgracia, bastante atemporales. Se puede hablar de personas migrantes, del (mal)trato que reciben, de la poca empatía y solidaridad que tiene la sociedad. Del sinsentido de la guerra y sus consecuencias. De lo difícil que es restaurar y restituir el sufrimiento de las víctimas (y sin ello, es imposible una justicia real).
Me parecía algo retrógrado y hasta destructivo eso de hablar sobre "mis" o sobre "nuestros" orígenes en una época en que la procedencia y el lugar de nacimiento se volvían a utilizar como rasgo diferenciador, en la que se levantaban nuevas fronteras y los así llamados "intereses nacionales" resurgían del pantano seco de la Kleinstaaterei, la extrema fragmentación en pequeños estados que reinó en otros tiempos. En una época en la que la discriminación volvía a formar parte del programa y volvía a ser elegible
Epílogo. Las casualidades de la vida:
al mismo tiempo que terminaba esta lectura, el fotoperiodista, Gervasio Sánchez , estrenaba su último documental 'Álbum de posguerra', también sobre la antigua Yugoslavia. No sé si estáis familiarizados con los conflictos armados, para mí es defecto profesional/obsesión, así que siempre intento estar al día y reciclar conocimientos sobre el tema.
El caso es que, Gervasio, decía en la entrevista lo siguiente: «En Bosnia, antes de los tiros empezaron los insultos, y fue creciendo hasta que las armas empezaron a ladrar». No puedo evitar relacionar todo esto con la situación actual, donde el odio y los prejuicios campan a sus anchas y sin vergüenza, además con el beneplácito de la prensa.
A lo mejor, en lugar de quitar importancia a ciertos comentarios y aptitudes, pensando que son casos aislados o de un par de ignorantes nostálgicos, deberíamos denunciar/rechazar/parar...estos actos, de manera contundente y sin titubeos, desde el principio, en ese "antes", cuando todo nos parece una "tontería"...no vaya a ser que cuando vengan las balas sea tarde. Si no, siempre podéis leer este libro o alguno parecido, y ver lo que ocurre cuando empiezan los insultos y se mira hacia otro lado.
«Todos esperaban buenas noticias y una vida mejor, ni siquiera hacía falta que fuese buena. Lo bueno era seguir vivos».