“Las palabras están ahí, encapsuladas. Se pudren, detrás de la locura.”

Cadaver exquisito de Agustina Bazterrica 4.8/5 estrellas ⭐️
Este libro fue brutal, sentí cómo clavaba los dientes y poco a poco iba destrozándome por dentro, dejando un sabor a carne cruda pudriéndose mientras mordía. Un mundo distópico donde animales contrajeron un virus que hizo que su carne fuera tóxica para las personas y años después fuera no sólo aceptable comer carne humana, si no deseable. Gente siendo usada para mataderos, experimentos para la industria cosmética e investigación clínica y claro, para la cría y caza.

Aunque la finalidad de la autora no es hacer conciencia de nuestros hábitos alimenticios, sin duda a mí me hizo reflexionar de ello; con bastante investigación por detrás, leemos cada detalle del atroz proceso dentro de estos temibles lugares. Aún con una historia simple, la genialidad radica en el uso del lenguaje volviéndola interesante e irónica, una gran experiencia que llegó a volverse muy personal para mí.

Causa indignación y contradicción hasta que la lectura nos lleva a que normalicemos estos actos, al igual que ahora se ha normalizado este tipo de violencia contra animales o contra otras personas que no están tan cercanas a nuestra realidad. Poniendo en evidencia cuando disociamos para sentirnos en paz, siendo indiferentes al sufrir de otrx, sólo seguir la corriente y vivir como nos dicen que está bien.
A mí parecer es una crítica hacia el sistema, un llamado al despertar de la conciencia, un grito para detener nuestro consumismo, rebelarnos contra el sufrimiento humanx y animal, dejar de ser incoherentes y dejar de comernos unos a lxs otrxs porque para mí esto no fue completamente ficción, en parte lo es ahora pero no será siempre.

Me encantó y lo recomiendo para abrir puertas de dialogo, ya que deja muchos temas volando por el aire, yo afortunadamente lo pude digerir en compañía de un gran club de lectura, donde devoramos cada parte y sólo quedamos con ganas de un poco más.

Endemoniadamente entretenida, tengo que aceptar que fui presa de la autora, me cazó con cada capítulo y terminó por devorarme.