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A review by valentinavivaas
Dracula by Bram Stoker
4.0
Inesperadamente, Drácula para mí fue una lectura excelente que se ha ganado un merecido lugar entre mis clásicos favoritos.
Lo primero a destacar es la ambientación, sobre todo en la primera parte de la historia (la estadía de Jonathan Harker en el castillo de Drácula). Considero que Stoker hizo un trabajo maravilloso al crear la perfecta ambientación gótica. La tensión, el miedo y la angustia son palpables, además de que mediante sus descripciones, los vampiros nos parecen criaturas que de verdad son de temer.
Algo que era de esperarse, puesto que esto fue un libro escrito en 1897, es que los dos personajes femeninos son usados como plot devices para el desarrollo de los personajes masculinos. Tanto Lucy como Mina son las representaciones de la pureza, la bondad, la compasión y la virtud. Son ellas quienes inspiran a los hombres a dar caza al vampiro, y es muy fácil percatarse del rol de damisela en apuros que estos dos personajes cumplen cuando lees sus entradas en sus diarios, donde muchas veces ambas van más allá de lo natural al describir lo mucho que aman a sus esposos/lo afortunadas que son ellas de tenerlos. Con frases como "los hombres buenos y valerosos que defienden a las mujeres débiles como yo" es bastante obvia la intención. Aún así, agradezco que Stoker haya respetado a sus personajes femeninos.
Dicho sea de paso, siempre encontraré divertido que las vampiresas sean descritas como seductoras, bellas y voluptuosas mientras que el conde Drácula es un anciano de nariz aguileña. Esto, y además de que Drácula nunca ataca hombres, solo mujeres, me hace pensar que Stoker no se quiso arriesgar y terminar como Oscar Wilde.
El que la novela sea epistolar la enriquece muchísimo y hace que los personajes sean más cercanos con el lector. Aunque a veces el ritmo flaquea y se hace pesado en ciertas partes, logra remontar y mantener al lector interesado. Siempre aplaudiré al autor por la escena cerca del final, donde el aterrado profesor Van Helsing dibuja un círculo en la nieve para protegerse de las vampiresas y cómo Mina, en su proceso de ser convertida, se queda sentada y sonriéndole. Bastante siniestro todo, de mis escenas favoritas.
El final fue muy satisfactorio. Fue un auténtico placer leer el origen y desenlace del vampiro más famoso de la literatura (con permiso de Edward Cullen).
Lo primero a destacar es la ambientación, sobre todo en la primera parte de la historia (la estadía de Jonathan Harker en el castillo de Drácula). Considero que Stoker hizo un trabajo maravilloso al crear la perfecta ambientación gótica. La tensión, el miedo y la angustia son palpables, además de que mediante sus descripciones, los vampiros nos parecen criaturas que de verdad son de temer.
Algo que era de esperarse, puesto que esto fue un libro escrito en 1897, es que los dos personajes femeninos son usados como plot devices para el desarrollo de los personajes masculinos. Tanto Lucy como Mina son las representaciones de la pureza, la bondad, la compasión y la virtud. Son ellas quienes inspiran a los hombres a dar caza al vampiro, y es muy fácil percatarse del rol de damisela en apuros que estos dos personajes cumplen cuando lees sus entradas en sus diarios, donde muchas veces ambas van más allá de lo natural al describir lo mucho que aman a sus esposos/lo afortunadas que son ellas de tenerlos. Con frases como "los hombres buenos y valerosos que defienden a las mujeres débiles como yo" es bastante obvia la intención. Aún así, agradezco que Stoker haya respetado a sus personajes femeninos.
Dicho sea de paso, siempre encontraré divertido que las vampiresas sean descritas como seductoras, bellas y voluptuosas mientras que el conde Drácula es un anciano de nariz aguileña. Esto, y además de que Drácula nunca ataca hombres, solo mujeres, me hace pensar que Stoker no se quiso arriesgar y terminar como Oscar Wilde.
El que la novela sea epistolar la enriquece muchísimo y hace que los personajes sean más cercanos con el lector. Aunque a veces el ritmo flaquea y se hace pesado en ciertas partes, logra remontar y mantener al lector interesado. Siempre aplaudiré al autor por la escena cerca del final, donde el aterrado profesor Van Helsing dibuja un círculo en la nieve para protegerse de las vampiresas y cómo Mina, en su proceso de ser convertida, se queda sentada y sonriéndole. Bastante siniestro todo, de mis escenas favoritas.
El final fue muy satisfactorio. Fue un auténtico placer leer el origen y desenlace del vampiro más famoso de la literatura (con permiso de Edward Cullen).