Cuando leí por primera vez a Julio Verne era un infante, y libros como *La vuelta al mundo en 80 días* o *Viaje al centro de la tierra* me emocionaban, era de mis primeros acercamientos a los géneros de aventura-ciencia ficción. Con esto no quiero decir que *Julio Verne* no genere este tipo de aventura. Sin embargo, esta novela, le di lectura por motivos de curiosidad acerca de la percepción sci-fi del siglo XIX, ya que, en pleno siglo de la industrialización, escritores optimistas que se permitían soñar más allá de las concepciones de ese tiempo era Verne.


Sucesos como el **Imperialismo** se encontraban en auge, y corrientes como el **Nacionalismo** se empezaban a manifestar, esto quedá evidente en el desarrollo del cañón Columbia y todo el proyecto alrededor del misil que pretendía cumplir tal hallazgo. La empresa que lidera principalmente este proyecto es un grupo de estadunidenses con ilusiones de patriotas de superación ante el resto mundial. No obstante, cabe mencionar que parte de este séquito existe un francés, guiño de patriotismo de Verne y que repetiría en sus siguientes novelas.


Me parece que como novela, compendio de todos los capítulos publicados puede carecer de cierta armonía, en cambio, en formato de escrito semanal publicado vía un *daily* resulta más apetitosa —Formato que como originalmente fue publicada— resultaría fascinante esperar semanalmente la publicación sobre las aventuras y porvenires anacrónicos que deparaba a J. T. Maston y su séquito.


Por último, es curioso hacer mención que esta novela tiene una secuela. **Alrededor de la tierra,** cuestión que descubrí al finalizar la novela. Y con el porvenir de pocas páginas vislumbraba.