A review by eibi
Martin Eden by Jack London


Una cosa estaba clara: los Morse habían rechazado simultáneamente a él y a su trabajo. Ahora no le aceptaban por su trabajo, ni por él, sino por su fama; porque sabían que tenía cien mil dólares, poco más o menos. Así valoraba la sociedad burguesa al hombre. Él quería ser valorado por sí mismo, por su trabajo, que no era otra cosa que representar la expresión de su ser

Comencé Martin Eden en mitad de un horroroso bloqueo lector, de esos en los que vas a dos páginas por día, nada te apetece y la concentración está de vacaciones. A pesar de este pequeño obstáculo, consiguió atraparme hasta el punto el punto de leer más de la mitad del libro en dos noches.

Conocía al autor por Los mejores cuentos del Gran Norte y Colmillo blanco, que leí en la adolescencia. Pero, sin duda alguna, Martin Eden está a un nivel completamente diferente y agradezco muchísimo a la maravillosa @marie.saville su recomendación.

Es una novela de formación muy crítica con la sociedad, la política, cultura y el mundo en general. No deja títere con cabeza, la verdad. Las ideas de Martin, escritor en ciernes, autodidacta e incomprendido, chocan con el mundo que le rodea. Y sin embargo, su perseverancia es inquebrantable; no cesa en su lucha, creen en sí mismo y en su trabajo a pesar de los rechazos y la falta de apoyo.

La fuerza de este personaje es abrumadora, pero al mismo tiempo, transmite una tristeza que me ha dejado cao; en cierto sentido me ha recordado a Stoner y El despertar. Las tres tienen en común la crítica social, la incomprensión y la soledad de unos protagonistas que no encajan y que siguen buscando su libertad por encima de todo.

Inevitable no hacer una comparación con la sociedad de nuestro tiempo y eso es lo triste, darse cuenta que se sigue valorando y juzgando de la misma manera a las personas, por la apariencia: 'Tanto tienes (dinero, fama, likes...), tanto vales'. Temas atemporales que demuestran una vez más, que seguimos sin avanzar en algo básico: la honestidad.

A mediodía soy más fuerte que nunca, pero cuando sale la luna, entonces, tenso las velas