Sexta parte de la saga de las Siete hermanas, y me ha sorprendido mucho, sobre todo tras el chasco que supuso, para mí, el libro anterior de la saga, el de La hermana Luna.

Aquí tenemos a la hermana más pequeña, Electra, la más famosa de la familia. Su pasado estará enlazado con Cecily, una chica aburguesada americana que, tras un desengaño amoroso, decide poner tierra de por medio y viajar a África.

La historia de Electra es muy dura, igual que la de Cecily. Creo que además, a diferencia de las anteriores historias, esta se centra mucho en el desarrollo de Electra como persona, y en que una de sus antepasadas sea la que le cuente todo. En las otras, está todo contado a través de diarios, libros y testimonios de personas no tan directas.

Habla sobre el racismo, las clases sociales, el problema de las drogas en países desarrollados como subdesarrollados y, sobre todo, en las oportunidades y la bondad de la gente.

Cecily ha sido la protagonista que más me ha gustado de las antepasadas, una mujer que empieza siendo una joven risueña e inocente, que poco a poco se va convirtiendo en una mujer fuerte, luchadora y amorosa.