Las ediciones góticas de Valdemar nunca defraudan, son preciosas (+1 estrella). Pero el contenido, esta vez... Me ha decepcionado.

En muchos casos Lovecraft falla al transmitir los momentos de intensidad, terror o desenlace. Se confunden los pasajes de lore, necesarios para conocer que hay detrás de la historia que estamos leyendo, con los momentos importantes que definen el relato.
Básicamente, no me ha parecido que Lovecraft sea un buen narrador.

Las descripciones, tanto físicas como emocionales, son de lo mas flojo que he visto en literatura de terror. Abusa mucho de los términos como insondable, innombrable, inenarrable, indescriptible, incalificable, inconcebible, indecible. Al final el lector tiene que tener más imaginación que el autor si quiere formarse una idea mental de lo que está leyendo.

En cuanto al imaginario que construye Lovecraft en sus historias, más allá de que sea repetitivo, no me ha defraudado pero no le da la suficiente profundidad o detalle. Intenta que todo se adapte a un formato de relato corto, pero hay historias que hubieran necesitado una extensión mayor para aprovechar el potencial de una trama que, al final, solo deja entrever la superficie.

Y en cuanto a lo onírico... No creo que sea para mí. Al menos el estilo onírico de Lovecraft. No le cojo el ritmo, me aburre, en ocasiones no lo entiendo.

Resumiendo: no creo que me lea el segundo volumen.