¡Dios! No podría decir lo que siento acerca de este libro. Me encantó, lo amé mucho.
Me gustó mucho que al leerlo me hacía reflexionar al mismo tiempo que leía sobre la vida de un oficinista a punto de jubilarse.
Martín Santomé no es muy positivo, al contrario, es pesimista (o tal vez realista).
Es viudo y tiene tres hijos con quienes no platica mucho. Toda su vida parece gris pues está a punto de cumplir 50 años pero ésta da un gran giro después de conocer a Laura Avellaneda (que casi medio libro leí el nombre como "Avellana" y se me antojaba una nuez, nunca he probado las avellanas).
Es muy interesante el libro, en serio. Martín Santomé tiene mucho de Benedetti a mi parecer.

Creo saber el por qué de que a mucha gente no le guste el libro y al contrario.
Es un libro engañador al principio pues no revela mucho y no tiene gran interés pero conforme se acerca a la trama y la manera en que ésta se desarrolla es lo mejor.

Simplemente lo amo.
Quise llorar pero fue más un sentimiento de decepción (por lo que le pasa a Martín Santomé) combinada con angustia e impotencia. Era un poco (al menos para mí) predecible lo que iba a pasar al final pero aún así me impactó.

Léanlo...