La historia de Ayla me conmovio desde el primer libro, no solo por el hecho de conocerla sino tambien, por conocer su mundo, su entorno, ese periodo de la historia que marcó el inicio de la vida como la conocemos. Yendo a otro lado, el desarrollo de la historia puede parecer pesado para algunos lectores. Efectivamente, debido a la gran cantidad de datos que la autora nos brinda ya sea de costumbres o de elementos materiales, uno puede perder el hilo de la historia. Sin embargo, son estos datos los que nos permiten ubicarnos. Son estos los que ayudan al lector a ver el mundo como Ayla lo ve, como Jondalar lo ve. Exceptuando, si se desea, estos datos tanto historicos como cientificos encontramos una historia llena de aventura, drama, alegria y misterio. Personajes que se vuelven inolvidables y que asi como marcaron a Ayla, te marcan a ti y una vez cumplido su rol, te dejan un vacío que el lector poco a poco supera. Una gran historia para aquellos que gustan de animales prehistoricos, clanes y tribus de hombres y mujeres, y una tierra que en algún momento fue de todos ellos.