Una excelente biografía, de un personaje del que sabía mucho menos de lo que pensaba. Stefan Zweig hace gala de todo su talento literario y su humanismo para retratar a una mujer corriente arrastrada por las circunstancias. A lo largo del libro, el autor nos lleva de la mano por todo el recorrido de crecimiento personal de esta mujer, en el fondo buena e inteligente: desde la niña ociosa y perezosa, símbolo de la aristocracia decadente de la época, hasta la mujer digna y responsable que camina con la cabeza alta durante su extenso martirio a manos de la locura revolucionaria. Es este tipo de literatura el que despierta pasiones por la historia; una vez más, Stefan Zweig no defrauda, e incluso supera mis expectativas iniciales.