Sinceramente me esperaba otra cosa de este libro. Viendo la esquela pensaba que le otorgaría más detalles en relación con lo social y económico en los problemas que estaba pasando la familia Engracia. Pero no, esta historia se ha centrado en las tensiones intrafamiliares añadiendo al drama a Leo y Lisa, lo cual tampoco me ha decepcionado, solo sorprendido. Sí que tiene algunos detalles, sobre todo provenientes de Maria y Miguel, que escenifican las aspiraciones que perseguía la sociedad italiana de la época para considerarse de la alta sociedad (los coches, viajes, buen marido/mujeres, etc).
Obviamente, el personajazo de este libro es Miguel, no por su buen desarrollo, que también, sino porque el resto palidecen ante él de lo planos que son en comparación. Leo, Carlota y Maria dan perfecta cuenta de que sus personajes son clichés clásicos que hemos visto en muchos libros más. Lisa seria una excepción a medias, ya que su personaje también es el cliché de la mujer soltera que busca por encima de todo a un hombre (en este caso, casi adolescente) con el que casarse para sentirse feliz, pero lo hace de una forma tan cómica que me daba ternura y conseguía sacarme alguna que otra sonrisilla.
El avance del libro puede ser lento al principio sobre todo porque cuesta acostumbrarse a la forma de escribir del autor pero en cuanto puedes empezar a procesar los textos descomunales que describían la ciudad en la que vivían los personajes o los sentimientos que les atesaban, empiezan a fluir las páginas sin que te des cuenta.