Scan barcode
A review by faunodecetimmolare
El Fin de la Muerte by Cixin Liu
3.0
[b:El fin de la muerte|32827109|El fin de la muerte (Trilogía de los Tres Cuerpos, #3)|Liu Cixin|https://i.gr-assets.com/images/S/compressed.photo.goodreads.com/books/1538051959l/32827109._SY75_.jpg|18520265]
//Tiene spoilers del final, y, aunque he procurado no ser demasiado explícito con ellos, hay cosas que no se pueden evitar//
No sé qué calificación darle al libro, la verdad. Por un lado, como última parte de la trilogía, y muy en concreto el final, me parece un buen cierre que mantiene la temática nihilista-existencialista (que no pesimista) de los otros libros: el final es inevitable y no hay medio humano, ni no-humano, de evitarlo porque el universo carga con las decisiones de civilizaciones arcaicas, para quienes cualquier civilización que sea capaz de hacerse ver en el mundo es una amenaza; y, sin embargo, aunque los personajes no puedan saber si sus acciones puedan importar en el marco macrocósmico, siempre pueden elegir, lo que a su vez es también una condena.
Ahora bien, la bidimensionalidad de los personajes, muy en concreto de los femeninos (y en este caso, de Cheng Xin, echa mucho para atrás. Es cierto que, con la cantidad de personajes que se nos presentan y a partir de los cuales se sigue la narrativa, justifica en cierta medida esto; se puede decir, incluso, que los personajes son más bien el medio por el que el autor narra la historia, que es coherente con la temática de que el individuo, e incluso la colectividad, apenas dejan marca en lo "macro", que se ven arrastrados por las circunstancias que los superan con creces - este es el dilema interno de Cheng Liu. ¿Cómo de diferente hubiera sido si otro hubiera sido elegido como portador de la espada? ¿y si ella no hubiera decidido que Tianming era el humano perfecto para el plan Escalera? ¿y si ella se hubiese mantenido firme en las dos situaciones de crisis? Pero nadie puede responder a las preguntas. Entonces, ¿por qué digo que es un personaje bidimensional? Porque la pobre sufre de una caracterización de Mujer-ergo-emocional que es terrible.
El autor sin duda pone en pares de antítesis a los personajes: Wenjie, "despiadada" y "misántropa" vs Cheng, "inocente" y llena de amor maternal hacia la humanidad; Liu, de hedonista egocéntrico a vallado vs. Tianming, romántico y determinado en dar a su mundo una segunda oportunidad. Cheng , en contra de su voluntad, es percibida por las distintas humanidades como "salvadora" o demasiado débil. Se explica que es porque no posee ese doble fondo del resto de hombres, también candidatos como sucesores para portar la espada, pero que constantemente se le compare con, precisamente, varones, "hombres de verdad" de la Era Común, que son tan distintos de los hombres "feminizados" de la Era de la Disuasión, y que esta sociedad sea inocente y blanda por ser femenina es simple y llanamente machista. Que en la transición entre eras hasta la del Búnker se nos diga, explícitamente (aunque sea desde el punto de vista de Cheng Liu, y, por tanto, con un sesgo de era común etc) que en esta sí era posible que existieran hombres "de verdad" no es que sea simplemente machista, sino que también es un sesgo de roles de género muy marcados, como si el tiempo entre eras, a pesar de los siglos, la supuesta mezcla entre naciones (y, por tanto, culturas y las diferenciaciones culturales de cómo funcionan los roles de género) es muy similar a la época en la que Cixin Liu escribe, sin siquiera mostrarnos si la masculinización de la sociedad afecta también a las mujeres de la época bunker.
En los libros anteriores, he intentado ver este asunto como lo esperable de los marcos sociales de la narrativa. Los capítulos centrados en Wenjie y ella misma son mis favoritos y me parecía comprensible cómo se le veía a ella como "traidora" a la raza humana, aunque la realidad fuera bastante más compleja. La esposa de Luo Ji es solo un instrumento para tenerle a este contento, así que es normal que el único momento en el que tiene relieve, tridimensionalidad, sea cuando lo abandona, cuando cae la farsa. Cheng Xi tenía muchísimo potencial: el debate interno entre la identificación religiosa de la Madona/Vírgen con el de una humana más, la ausencia de interés romántico, más allá de Tianming (y que se sustenta en recuerdos del pasado, promesas y la ausencia del otro, la proyección del deseo), etc, pero se estropea en el momento en el que se pone de relieve, intencionadamente o no, su condición de "simple" mujer frente a hombres que son caracterizados por la falta de emoción (excepto rabia y arrogancia) y que ella sea la única mujer entre ellos.
En el intento de hacer una narrativa "feminista"(un personaje femenino que no se avergüence de su femenidad), Cheng Xi queda sujeta a los roles de género, la idea de maternidad como motor de su determinación, y los sesgos patriarcales del autor.
//Tiene spoilers del final, y, aunque he procurado no ser demasiado explícito con ellos, hay cosas que no se pueden evitar//
No sé qué calificación darle al libro, la verdad. Por un lado, como última parte de la trilogía, y muy en concreto el final, me parece un buen cierre que mantiene la temática nihilista-existencialista (que no pesimista) de los otros libros: el final es inevitable y no hay medio humano, ni no-humano, de evitarlo porque el universo carga con las decisiones de civilizaciones arcaicas, para quienes cualquier civilización que sea capaz de hacerse ver en el mundo es una amenaza; y, sin embargo, aunque los personajes no puedan saber si sus acciones puedan importar en el marco macrocósmico, siempre pueden elegir, lo que a su vez es también una condena.
Ahora bien, la bidimensionalidad de los personajes, muy en concreto de los femeninos (y en este caso, de Cheng Xin, echa mucho para atrás. Es cierto que, con la cantidad de personajes que se nos presentan y a partir de los cuales se sigue la narrativa, justifica en cierta medida esto; se puede decir, incluso, que los personajes son más bien el medio por el que el autor narra la historia, que es coherente con la temática de que el individuo, e incluso la colectividad, apenas dejan marca en lo "macro", que se ven arrastrados por las circunstancias que los superan con creces - este es el dilema interno de Cheng Liu. ¿Cómo de diferente hubiera sido si otro hubiera sido elegido como portador de la espada? ¿y si ella no hubiera decidido que Tianming era el humano perfecto para el plan Escalera? ¿y si ella se hubiese mantenido firme en las dos situaciones de crisis? Pero nadie puede responder a las preguntas. Entonces, ¿por qué digo que es un personaje bidimensional? Porque la pobre sufre de una caracterización de Mujer-ergo-emocional que es terrible.
El autor sin duda pone en pares de antítesis a los personajes: Wenjie, "despiadada" y "misántropa" vs Cheng, "inocente" y llena de amor maternal hacia la humanidad; Liu, de hedonista egocéntrico a vallado vs. Tianming, romántico y determinado en dar a su mundo una segunda oportunidad. Cheng , en contra de su voluntad, es percibida por las distintas humanidades como "salvadora" o demasiado débil. Se explica que es porque no posee ese doble fondo del resto de hombres, también candidatos como sucesores para portar la espada, pero que constantemente se le compare con, precisamente, varones, "hombres de verdad" de la Era Común, que son tan distintos de los hombres "feminizados" de la Era de la Disuasión, y que esta sociedad sea inocente y blanda por ser femenina es simple y llanamente machista. Que en la transición entre eras hasta la del Búnker se nos diga, explícitamente (aunque sea desde el punto de vista de Cheng Liu, y, por tanto, con un sesgo de era común etc) que en esta sí era posible que existieran hombres "de verdad" no es que sea simplemente machista, sino que también es un sesgo de roles de género muy marcados, como si el tiempo entre eras, a pesar de los siglos, la supuesta mezcla entre naciones (y, por tanto, culturas y las diferenciaciones culturales de cómo funcionan los roles de género) es muy similar a la época en la que Cixin Liu escribe, sin siquiera mostrarnos si la masculinización de la sociedad afecta también a las mujeres de la época bunker.
En los libros anteriores, he intentado ver este asunto como lo esperable de los marcos sociales de la narrativa. Los capítulos centrados en Wenjie y ella misma son mis favoritos y me parecía comprensible cómo se le veía a ella como "traidora" a la raza humana, aunque la realidad fuera bastante más compleja. La esposa de Luo Ji es solo un instrumento para tenerle a este contento, así que es normal que el único momento en el que tiene relieve, tridimensionalidad, sea cuando lo abandona, cuando cae la farsa. Cheng Xi tenía muchísimo potencial: el debate interno entre la identificación religiosa de la Madona/Vírgen con el de una humana más, la ausencia de interés romántico, más allá de Tianming (y que se sustenta en recuerdos del pasado, promesas y la ausencia del otro, la proyección del deseo), etc, pero se estropea en el momento en el que se pone de relieve, intencionadamente o no, su condición de "simple" mujer frente a hombres que son caracterizados por la falta de emoción (excepto rabia y arrogancia) y que ella sea la única mujer entre ellos.
En el intento de hacer una narrativa "feminista"(un personaje femenino que no se avergüence de su femenidad), Cheng Xi queda sujeta a los roles de género, la idea de maternidad como motor de su determinación, y los sesgos patriarcales del autor.