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A review by alecarrillogl
Volver a Casa by Yaa Gyasi
5.0
Uno de los libros más profundos y hermosos sobre la esclavitud. La autora en esta, su primer novela, hace un recorrido espiritual y emocional en varias historias diversas que van de las tribus de Ghana y sus conflictos internos que afectaban sobre todo a las mujeres.
Aunque cada una aborda a un personaje distinto que a su manera sufre la condición de su piel, su historia y su descendencia, todas están hiladas por la sangre y por el fuego que atormenta los sueños y la memoria de Afua. Un fuego que atormentaría a su linaje muchos muchos años después.
Con una lindísima prosa los descendientes de la mujer que desafila fuego se van dispersando por el mundo como si estuvieran destinados al dolor y al abandono de la más mínima esperanza. Como si ningún lugar les perteneciera y tuvieran que poner los puños para seguir viviendo en una tierra que ya los segrega por default.
Algunas historias son peores que otras cosa, pero las de los personajes femeninos me parecieron aún más duras, injustas, terribles. De pesadilla.
El conflicto es el mismo aunque en diversas circunstancias, en Ghana, en Alabama y en el Harlem. La raíz de la esclavitud y el racismo es así de simple y, por eso, así de atroz. Algo que arranca la piel.
Lo más crudo del libro es que nada de esto está terminado. Nuestros héroes siempre son sometidos por otros, más poderosos, que les perciben como humanos de segunda categoría siempre que están al mando. Sin piedad sin miramientos ante el ejercicio del poder. Porque el poder siempre corrompe, siempre oscurece el corazón de quienes están arriba. El poder es poder no importa quien esté al mando.
Aunque cada una aborda a un personaje distinto que a su manera sufre la condición de su piel, su historia y su descendencia, todas están hiladas por la sangre y por el fuego que atormenta los sueños y la memoria de Afua. Un fuego que atormentaría a su linaje muchos muchos años después.
Con una lindísima prosa los descendientes de la mujer que desafila fuego se van dispersando por el mundo como si estuvieran destinados al dolor y al abandono de la más mínima esperanza. Como si ningún lugar les perteneciera y tuvieran que poner los puños para seguir viviendo en una tierra que ya los segrega por default.
Algunas historias son peores que otras cosa, pero las de los personajes femeninos me parecieron aún más duras, injustas, terribles. De pesadilla.
El conflicto es el mismo aunque en diversas circunstancias, en Ghana, en Alabama y en el Harlem. La raíz de la esclavitud y el racismo es así de simple y, por eso, así de atroz. Algo que arranca la piel.
Lo más crudo del libro es que nada de esto está terminado. Nuestros héroes siempre son sometidos por otros, más poderosos, que les perciben como humanos de segunda categoría siempre que están al mando. Sin piedad sin miramientos ante el ejercicio del poder. Porque el poder siempre corrompe, siempre oscurece el corazón de quienes están arriba. El poder es poder no importa quien esté al mando.