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A review by silviasbookreviews
Nuestros muertos by Rosa Ribas, Rosa Ribas
adventurous
challenging
dark
funny
mysterious
reflective
sad
tense
medium-paced
- Plot- or character-driven? Character
- Strong character development? Yes
- Loveable characters? Yes
3.75
La última entrega de la trilogía Detectives Hernández me ha dejado con un regusto amargo... Sí, he disfrutado mucho de la atmósfera oscura y opresiva que envuelve a esta familia de detectives, me he empapado de su duelo tras la pérdida de uno de sus integrantes, y me ha fascinado la pluma de la autora y el caso nuevo que se nos presenta. Pero. No salgo muy convencida de la lectura. Creo que el final ha arruinado un poco lo bien encauzado que iba el libro: siento que ha sido muy apresurado y que se nos resuelve el caso en las últimas treinta páginas. Sí, esa resolución tiene sentido, pero no por ello estoy más convencida.
No obstante, me quiero centrar en el tema del duelo, porque es lo que más marca esta novela. Tras la pérdida de Marc, estamos ante una familia rota, descompuesta, cuyos miembros buscan seguir adelante con sus vidas, a pesar del dolor. Para sacar a ese fantasma de sus rutinas diarias, todos buscan una nueva cotidianeidad, encontrando trabajos nuevos y alejados del negocio familiar. Sin embargo, pronto todos vuelven a las andadas, armándose de valor y enfrentando al fantasma en vez de huir de él. Esta unión se da por el caso que Mateo acepta bajo cuerda: encontrar a Armand Rocamora, un empresario con mucho que ocultar y con muchos motivos por los que ocultarse. La búsqueda de Rocamora es el proyecto sobre el que se vuelca la familia, pues Mateo necesita ese caso para sentir que puede enmendar los errores que cometió con su hijo. Y bueno, que también todo este proceso le ha servido para deshacerse de dinámicas dañinas que estaban desgastando las relaciones familiares, además de parte de la culpa que llevaba arrastrando. No sé si va a haber más entregas, pero, al menos, de esta me llevo ese mensaje de esperanza, de cambio positivo y de superación del duelo, que tanto me hace falta ahora y que tan bonito me ha parecido. Si no hubiera sido por esa resolución del caso, le podría haber dado las 4 estrellas, pero, en una novela en la que los casos y las relaciones familiares pesan por igual, no puedo omitir ese detalle. Tengo muchas ganas de saber cómo va a ser la nueva etapa de los Detectives Hernández.
No obstante, me quiero centrar en el tema del duelo, porque es lo que más marca esta novela. Tras la pérdida de Marc, estamos ante una familia rota, descompuesta, cuyos miembros buscan seguir adelante con sus vidas, a pesar del dolor. Para sacar a ese fantasma de sus rutinas diarias, todos buscan una nueva cotidianeidad, encontrando trabajos nuevos y alejados del negocio familiar. Sin embargo, pronto todos vuelven a las andadas, armándose de valor y enfrentando al fantasma en vez de huir de él. Esta unión se da por el caso que Mateo acepta bajo cuerda: encontrar a Armand Rocamora, un empresario con mucho que ocultar y con muchos motivos por los que ocultarse. La búsqueda de Rocamora es el proyecto sobre el que se vuelca la familia, pues Mateo necesita ese caso para sentir que puede enmendar los errores que cometió con su hijo. Y bueno, que también todo este proceso le ha servido para deshacerse de dinámicas dañinas que estaban desgastando las relaciones familiares, además de parte de la culpa que llevaba arrastrando. No sé si va a haber más entregas, pero, al menos, de esta me llevo ese mensaje de esperanza, de cambio positivo y de superación del duelo, que tanto me hace falta ahora y que tan bonito me ha parecido. Si no hubiera sido por esa resolución del caso, le podría haber dado las 4 estrellas, pero, en una novela en la que los casos y las relaciones familiares pesan por igual, no puedo omitir ese detalle. Tengo muchas ganas de saber cómo va a ser la nueva etapa de los Detectives Hernández.