A review by isastormblessed
The Song of Achilles by Madeline Miller

4.0

☆☆☆3.5 estrellas de 5.☆☆☆
Más allá de los personajes decepcionantes, la historia en general cumplió con su propósito.

Disfruté y lloré.

El ritmo es tan bueno que mis manos y mis ojos no podían alejarse del libro.

Pero los personajes.

Malditos personajes.

Patroclus fue mi gran problema durante la primera mitad del libro. Me pareció soso a ratos. Pero bueno, no todas las personas pueden ser graciosas, carismáticas y valientes 24/7 para agradar. Es un ser poco activo con el habla, lo que me generó problemas porque él era el narrador. Me desesperaba. Simplemente no me gustaba. Todos hablaban y él escuchaba. Si a algunos personajes se les describe con personalidad de fuego, él debería ser descrito como ceniza. (Sólo que añadan a esa ceniza el color que para ustedes signifique amabilidad, así tal vez les agrade un poco más cuando empiece a babear por Aquiles).

Prepárense para las mil y una descripciones de la belleza física de Aquiles. Prepárense para el aparente amor sólo carnal (la primera mitad de libro da esa impresión, aunque cambia cuando se avanza).

Al principio estaba confundida por la edad y las hormonas de Patroclus. Me pasó a la inversa que con Lara (no recuerdo bien su nombre, la de To all the boys I've loved before) ya que pensé que ésta era menor al inicio de la trama por ser tan infantil en sus descripciones. Con Patroclus me sucedió lo contrario, pensé que era mayor por toda esa onda de enfocarse en las facciones hermosas de Aquiles y su interés en él.

El resto de los personajes están difusos para mí. No sé qué pensar de ellos. Supongo que no he digerido la historia. Incluso Aquiles me parece poco... "atractivo" como personaje. No es que esté dentro de mi lista de odiados ni de amados, tampoco en los que me son indiferentes. La idea de todo él me es ajena. Siento que no está siquiera en mis manos el encasillarlo en mi mente. Anda por ahí, pululando.

Tal vez el problema esté en mí. En la página final lloré de la nada cuando había pasado por las muertes de varios persojes sin inmutarme. Y cuando me di cuenta de que lloraba, me reí histérica. No sabía exactamente por qué lloraba. Bueno, sí lo sé. Las palabras reconfortantes que vienen de quienes menos te lo esperan superan las barreras de mi corazón.

¿Le daría otra oportunidad a Madeline Miller? Por supuesto que sí.