En este libro, Bauman explora las características de las relaciones humanas en la sociedad moderna, describiendo cómo las interacciones y los vínculos personales han cambiado con el tiempo y cómo la modernidad líquida, un término acuñado por él, influye en la forma en que nos relacionamos con los demás.

Bauman utiliza este concepto para describir una sociedad en constante cambio, donde las estructuras y normas que antes eran estables se han vuelto fluidas e inciertas. En este contexto, las relaciones humanas se vuelven también más frágiles y temporales; argumenta que, en la modernidad líquida, las relaciones son más superficiales y menos comprometidas. Las personas tienden a evitar vínculos profundos y duraderos debido al miedo al compromiso y a la posibilidad de sufrir daño emocional.

Bauman compara las relaciones humanas con el consumismo, donde las personas se buscan entre sí como bienes de consumo. La idea de "usar y tirar" se aplica también a los vínculos personales, donde las conexiones se forman y se disuelven con facilidad.


La obra también aborda cómo el individualismo y el deseo de autonomía influyen en las relaciones. La búsqueda de la satisfacción personal y la evitación de responsabilidades hacia los demás son características que definen muchas relaciones modernas.

Bauman destaca que la inseguridad y el miedo al rechazo o al sufrimiento son factores que llevan a las personas a mantener relaciones superficiales. Este temor impide que las personas se abran completamente y se comprometan con los demás.