A review by eibi
Último día de un condenado a muerte by Victor Hugo

5.0


143 páginas en las cuales, cada párrafo, frase y palabra te marcan. Es imposible leer este ensayo sin que te haga pensar o reflexionar sobre el tema que plantea, la abolición de la pena de muerte.

Víctor Hugo consigue, de manera directa y desgarradora, que sientas en propia piel los últimos días de un condenado a muerte. No nos habla de cuál es su delito, ni la clase social a la que pertenece, poco nos desvela acerca del protagonista. Sin embargo, a través de los pensamientos desesperados y agónicos de el condenado, nos transmite la incertidumbre, la tristeza o el miedo que siente..

["....No me atrevo a hacer preguntas sobre este asunto, pero es horrible no saber cómo será, ni cómo afrontarlo."]

Lo usa para hacer una crítica directa y brutal contra el sistema judicial francés de la época (el libro se publicó en 1829), un alegato en contra de esta inhumana y decadente forma de hacer "justicia".

Víctor Hugo,utiliza en muchos momentos, el sarcasmo, la ironía, la rabia y la impotencia que le provoca este circo, de una forma magistral; es ahí, cuando, a pesar de la dureza del momento, te hace soltar una carcajada, lo que hace que su lectura sea mucho más cruda.

"Dicen que no es nada, que uno no sufre, que es un fin dulce, que la muerte, de esta forma, se simplifica mucho. Eh! Y ¿Qué significan las angustias de este día irreparable, que corre tan lento y tan veloz?¿Qué significa esta escalera de torturas que desemboca en un cadalso? Aparentemente, a eso no lo llaman sufrir".

En esta época, se suspendió la imposición de la pena de muerte en Francia durante seis meses y fue tras ser condenados cuatro ministros. El autor comenta este hecho, especialmente indignado, en el prefacio, -posterior a la publicación del libro- dos páginas enteras dignas de enmarcar.

["...Pero no habéis llevado a cabo ni siquiera una obra política aboliendo la pena de muerte, no para abolirla, ¡Sino para salvar a cuatro desdichados ministros, pillados con las manos en la masa!"]


Hace referencias también a la obra De los delitos y de las Penas de Cesare Beccaria que supuso un cambio en los principios del Derecho penal (un libro que os recomiendo si queréis entrar a conocer más en profundidad este tema).

Me ha gustado mucho esta lectura, quizá también porque comparto la visión de Víctor Hugo, estoy totalmente en contra de la pena de muerte, me parece deleznable y propia del medievo... Una medida que debe estar fuera de cualquier país que se llame así mismo civilizado y democrático. Va en contra de los Derechos Humanos, (al igual que la tortura), y en ningún caso es una medida disuasoria (y esto si cogéis cualquier manual de Criminología, hay estudios que lo demuestran), por no hablar de la cantidad de errores existentes, en los procesos judiciales, que se revisan tiempo después y ah! sorpresa!! no era culpable... si ya es jodido que te digan eso después de haber pasado 10 años en la cárcel, imaginaos si os condenan a muerte.... (menudo palo)
Además, lo que no es muy normal, ni tampoco lógico, es imponer como pena el mismo acto que se está juzgando como delito.

En definitiva, si ya me impresionó para bien con Los Miserables, Víctor Hugo, con este pequeño relato, ha conseguido maravillarme por completo, para mí sigue siendo un imprescindible.