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A review by agonzmedina82
Dora Bruder by Patrick Modiano
3.0
La adecuación entre estructura y contenido, entre forma y fondo, siempre ha constituido la piedra Rosetta de muchos autores, formalistas o no. Algunos autores se conforman con ligar los periodos sintácticos, más o menos alargados, con la tensión narrativa o el estado emocional del narrador o los personajes. Otros, al estilo de Cortázar, Perec y otros experimentalistas, juegan con los elementos paratextuales, proponen juegos al lector, derriban la cuarta pared.
Modiano va más lejos: no olvida que el estilo puede llegar a ser tan dúctil que transmita tanto o más que la historia en sí (o fábula, como la denominaría Mieke Bal). La narración toma parcialmente la estructura de una novela negra y sumerge al protagonista-narrador en la búsqueda de Dora Bruder. Reniega del retrato psicológico de los personajes y permite que sea el entorno, la asfixiante burocracia de la guerra y la postguerra, la que lleve la batuta. No hay una narración lineal, sino un hilo conductor trazado por nombres de calles, fichas policiales, expedientes, carnets... y, de fondo, Modiano imbrica su historia personal con la de la muchacha, lo que dota de motivación a la búsqueda. Incluso podemos hablar de narración especulativa, ya que muchos aspectos de la vida de Dora son imaginados por el narrador.
El problema con estas técnicas es el mismo que con la asfixia autoerótica: hay que saber cuándo parar. Y Modiano lo lleva demasiado lejos, ya que provoca en el lector una sensación de desarraigo con la propia lectura. Aún así, una obra magnífica.
Modiano va más lejos: no olvida que el estilo puede llegar a ser tan dúctil que transmita tanto o más que la historia en sí (o fábula, como la denominaría Mieke Bal). La narración toma parcialmente la estructura de una novela negra y sumerge al protagonista-narrador en la búsqueda de Dora Bruder. Reniega del retrato psicológico de los personajes y permite que sea el entorno, la asfixiante burocracia de la guerra y la postguerra, la que lleve la batuta. No hay una narración lineal, sino un hilo conductor trazado por nombres de calles, fichas policiales, expedientes, carnets... y, de fondo, Modiano imbrica su historia personal con la de la muchacha, lo que dota de motivación a la búsqueda. Incluso podemos hablar de narración especulativa, ya que muchos aspectos de la vida de Dora son imaginados por el narrador.
El problema con estas técnicas es el mismo que con la asfixia autoerótica: hay que saber cuándo parar. Y Modiano lo lleva demasiado lejos, ya que provoca en el lector una sensación de desarraigo con la propia lectura. Aún así, una obra magnífica.