En una simple oración: AMÉ ESTE LIBRO.

Al principio el personaje de Charlie me pareció muy contradictorio porque es un adolescente, uno muy inteligente y perceptivo pero también era muy inocente y no tenía control de sus emociones, con eso de que lloraba en todos lados y sin importar en frente de quién... Pero luego con esa revelación al final, todo tuvo sentido y no pude sentirme más mal por él. Me hizo llorar, reír, me hizo quererlo, porque siempre me pasa esto, me encariño con los personajes y Charlie no es la excepción, lo quise mucho mientras lo leía y quería meterme en el libro y ser su amiga también y estar a su lado cuando lo ignoraban o cuando tenía problemas.

Me encanta ese tipo de narración tan personal, porque sí sentí que me hablaba a mí, sí me sentí parte de su vida, y amé cada una de esas cartas, cada uno de los personajes, cada una de las historias.

Amo estos libros que no puedo dejar de leer, y que cuando debo, es muy en contra de mi voluntad.

Y no puedo esperar a ver la película.