Fue desgarradora toda la lectura, sobre todo al final. Al principio me molestó cierto humor negro pero la ternura ganó por mucho la pelea y terminé el libro llorando y tomando hartos tés para imaginarme cómo debe ser lidiar con la pérdida así. Es un libro duro y hermoso y si se ha enfrentado o se está a punto de enfrentar la pérdida, dolorosísimo.
Es también el primer libro que leo de Roth y todos me habían dicho antes sobre su capacidad para el humor y no sé si la traducción no es buena o es un mal libro para empezar así, pero no lo noté tanto. Noté sobre todo el dolor de hacerse el fuerte. Y me gustó.