"Tiempo de nieve y tiempo de muerte y habitaciones cerradas, así había sido... y de repente -demasiado de repente- estás al otro lado, se te nublan los ojos porque un chico te dice: tienes hoyuelos. A los lados de la carretera caminan los músicos del viento. Andas lo más deprisa que puedes, a la vez que deseas que el camino jamás acabe."

Delicada fábula sobre el duelo cuando pierdes a alguien especial demasiado pronto, cuando ni siquiera habías llegado a la adolescencia. En esta historia lo simbólico es también dolorosamente real.