A review by eibi
No Digas Nada: Una Historia Real de Asesinato y Memoria en Irlanda del Norte by Patrick Radden Keefe

5.0

El antropólogo Claude Lévi-Strauss observó una vez que "para la mayoría de la especie humana, y durante decenas de millares de años, la idea de que la humanidad incluye a todo ser humano sobre la faz de la tierra no existe en absoluto. La designación pierde sentido más allá de los límites de cada tribu o de cada grupo lingüístico, a veces incluso de una simple aldea". En el caso de los Troubles, tomó arraigo un fenómeno conocido como whataboutery

¿Os suena? la guerra del "y tú más"; así, mientras las partes no dejan de medir(se-la) quién hizo lo más grave para justificar sus propios actos -igualmente graves y reprochables-, la escalada de violencia no para de crecer, las víctimas siguen viendo como la impunidad campa a sus anchas y por supuesto los problemas siguen sin resolver. Un bucle infinito del que cuesta salir, más si cabe en conflictos de larga duración.
¿Será, entonces, que la manera de percibir una tragedia depende siempre del lugar que ocupa cada cual? ¿Es posible ver los pros y contras, las razones y desaciertos de las partes en conflicto, mediar de alguna manera para dejar de echarse en cara quién lo hizo peor y trabajar de verdad para llegar a un punto intermedio donde la violencia no sea la herramienta?

Todos los conflictos son complejos. No se puede tener una visión simplista de blanco o negro porque en cada uno de ellos existe una serie de matices, una paleta de grises, que complica el hecho de posicionarse o ser categórica. Aún con eso, en la mayor parte de los casos, resulta muy complicado entender por qué surgen, cuál es el detonante, la finalidad y lo más importante, qué lleva a una persona aparentemente "normal" a participar en ellos. Se dice que "Dos no pelean si uno no quiere....", pero hay casos en los que las propias circunstancias obligan/empujan a ser partícipe de ese escenario, y este punto también hay que tenerlo en cuenta. Como decía, grises, hay que mirar el caso concreto; tampoco es lo mismo violencia que defensa. Y, más o menos, de todo esto trata este libro.

'No digas nada', parte de un hecho muy concreto: el secuestro y asesinato de Jean McConville en 1972, una viuda de 38 años con diez hijos a su cargo, todos menores de edad; al mismo tiempo el autor, hace un retrato del conflicto norirlandés propio de un thriller.
En sus frenéticas páginas vemos reflejada la represión que ejerce el Estado Británico, las desapariciones, profesionalización de las milicias republicanas, la evolución ideológica de algunos de sus protagonistas...Una reconstrucción minuciosa y muy bien documentada de los Troubles que se lee casi con compulsión. La manera de retratar las luces y las sombras de las partes implicadas es absolutamente brillante, además, de resaltar las contradicciones que tenemos los seres humanos.

Con esta lectura me he planteado más preguntas que respuestas, la verdad; y eso que la he complementado con algunas películas y documentales sobre el tema, para ver si me daban algo más de luz. Continúo igual, a saber:
¿Son la intransigencia y la falta de entendimiento lo que lleva a provocar un conflicto de estas características? ¿tienen los Estados culpa por propiciar/fomentar un clima de odio que hace que cualquier persona que no piense o actúe como nosotros se vea como un enemigo? ¿Tan complicado es negociar, mediar, debatir y proponer alternativas más allá del golpe en la mesa propio de Estados dictatoriales? ¿Hemos evolucionado tan poco que seguimos tratando los problemas y las diferencias con la Ley del Talión? ¿Por qué se sigue pensando que sentarse hablar con el opuesto es "bajarse los pantalones" o según los prejuiciosos, odiadores profesionales y demás voceros, es estar de acuerdo con... -inserte aquí cualquier cosa-?

Hablamos de los conflictos, culpas, estrategias, intereses..., pero ¿Qué pasa con las víctimas a un lado y otro del conflicto, incluso las que ni siquiera participan y se ven arrastradas a él en medio del "fuego cruzado"? Al mismo tiempo que esta lectura, leo a Rita Segato, ella en su libro La guerra contra las mujeres también plantea una serie de preguntas al hilo de otro conflicto distinto y no he podido evitar traer esa reflexión a este caso concreto:

¿ Y si tal vez la justicia no fuera posible sino solamente la paz? ¿Alguna paz sería suficiente? (...) ¿Si nos dijeran que la única salida es un armisticio, sería yo, serían ustedes, capaces de aceptarlo? ¿Y seríamos capaces de no aceptarlo? ...si Sciascia tiene razón, la década de impunidad indica que (...) son crímenes del poder y, por lo tanto, posiblemente, solo podamos negociar su declinación y cese.

Sinceramente, no creo que sea posible una justicia real, restaurativa y reparadora mientras las víctimas de la violencia (en cualquier conflicto armado) se vean obligadas a vivir en un mundo donde la impunidad sigue siendo la norma. Quede esto como reflexión general.

En cuanto al libro, lo recomiendo muchísimo. No solo ha conseguido interpelarme acerca de los temas que trata, sino darme una visión bastante más detallada a nivel político e histórico sobre el conflicto, y eso que solo trata una pequeña parte. Como veis a raíz de mis reflexiones, es una lectura que toca muchos palos y propicia el debate más allá del caso concreto norirlandés. Sin duda, una de las mejores lecturas que he tenido este año, magistral.