Mucha gente que conozco odia este libro. Es una lectura obligatoria en muchos institutos: no hay forma más fácil de acabar odiando un libro.
Me parece un error y una falta de respeto hacia la obra obligar su lectura en un período récord, ignorando los ritmos de la novela o la propia madurez del lector. Cien Años de Soledad es una obra compleja, rica en detalles y puramente simbólica. Si sabes escuchar, te habla de la vida y de la existencia humana, y cuando lo acabas sientes el peso de haber leído sobre la propia existencia. ¿Sabéis a qué me refiero? De repente todo encaja, tienes todas las respuestas y los enigmas dejan de tener importancia. Se habla mucho de sus primeras líneas, pero qué final tan poderoso.
Voy a ser defensora de Gabo y de Cien Años hasta agotarme. Si os obligaron a leerlo, dadle otra oportunidad. Acogedlo con la mente abierta y con calma. Tened mucha paciencia. Las cosas no son solo lo que son, y su significado no siempre es evidente al principio, pero si esperáis el tiempo debido a que aparezcan, veréis que merece la pena. Porque esta es una de esas obras maravillosas que nacen del amor.