Calificación: 4.5/5

Esta ha sido la primera vez que leo Zola; era de esos autores que jamás me llamó mucho la atención, y lo leí en el contexto de un club de lectura. La verdad es que quedé con sentimientos un poco encontrados. Por un lado están las descripciones y metáforas que usa Zola para referirse a la vida de los mineros de carbón en Francia; la pluma del autor denota maestría, transmitiendo al pelo todo sentimiento de horror, tristeza, rabia y muchos más. Cuando abarca los paisajes se podría decir que más que escribir los pinta, y logra que el lector se coloque totalmente en la atmósfera.
Por otro lado el libro es una alusión y exaltación a los movimientos de izquierda de la época -marxismo, socialismo, anarquismo-. Personalmente (y esta opinión la expreso desde mi punto de vista personal, considerando mi ideología política), había muchas partes en las que tenía que armarme de paciencia para leer, y recordarme que Zola muy probablemente no sabía de teoría económica, y no contaba con la Unión Soviética para conocer los efectos de la aplicación de esas teorías.