— ¿Hacerse mayor duele? — preguntó Harriet .

Rumer Godden y Harriet, la protagonista de esta novelita, me han conquistado desde el minuto uno.
La primera, por su manera de evocar, de hacerte partícipe de los olores y colores de la India, con una prosa sencilla, poética y bella; la segunda, por su inteligencia, ternura, -en más de un momento me han dado ganas de abrazarla muy fuerte- y esa mirada tan especial e inocente del mundo que la rodea.
Sentirse identificada con ella, sus pensamientos y dudas ha sido inevitable, más si cabe, en estos tiempos de retiro hogareño. Y la verdad, es que ha sido un gustazo enorme tropezar casi por casualidad -como ocurre con los instantes bonitos- con este precioso y entrañable homenaje a la infancia que, por supuesto, ya forma parte de mi Century of books.

Como apunte adicional os cuento que en 1951 Jean Renoir realizó la adaptación cinematográfica de 'El Río', por si os animáis; yo, ya la tengo reservada para verla estos días.

El mundo gira y gira...
da vueltas en su eje.
El sol sale, la luna te mira,
caen las hojas, el brote florece.
El mundo gira y gira,
cae la noche, la luz se desvanece,
todo empieza y todo termina.