A review by sara_cornelia
Miguel: La parálisis cerebral no me limitó by Mina Pérez de la Torre

emotional inspiring fast-paced

3.0

Encontré este libro en la sala de estar de un familiar, está dedicado así que sé que mi familiar conoce a Miguel y es su amigo, y decidí leerlo porque son pocos los libros que he encontrado que tengan como locación mi ciudad natal (Colima) o que sean de autores colimenses, y eso es lo que buscaba al leer este libro, descubrir otras historias que ocurrieron en las mismas calles que me vieron crecer.

Este libro es una biografía/memoir, así que hago la aclaración de que lo que estoy juzgando no es la historia de la vida de Miguel ni a Miguel, sino la escritura, el formato y la manera en la que se decidió contar la historia.

Para ser honesta, el libro comenzó prometedor. Los primeros capítulos me gustaron mucho. Estaba esperando encontrar escritura promedio si bien me iba, pero me encontré con una narración que me atrapó y me sorprendió, nada del otro mundo, pero me gustó y me llenó de expectativa por el resto del libro.

Desafortunadamente, esto no se mantiene constante en las 144 páginas del libro. Y aquí va mi primer queja. Por lo que dan a entender en el libro, hay cosas que escribió la autora cuyo nombre aparece en la portada, pero también hay cosas que parece que las escribió Miguel, sin embargo no recibe credito. También de repente la narración cambia y el narrador es ahora la esposa de Miguel, y no sé si es que fue realmente ella la que lo escribió o fue la autora escribiendo desde la perspectiva de la esposa, si ese fuera el caso, me parecería muy raro, y si no, me molesta un poco que no tengan crédito como autores, o que no se haga ninguna mención en el libro de que eso lo escribe alguien más y se espere simplemente que le lector entienda quien es el narrador.

Otra cosa que no me gustó, fue que en cierto punto el libro se vuelve muy desordenado, y un poco repetitivo, con la religión y el oficio de Miguel como los principales temas. Y no me molestan los temas, de hecho algunas de las reflexiones religiosas fueron de lo que más me gustaron, el enojo hacia dios por haberlo puesto en la situación que lo puso, las dudas, me pareció muy interesante leer eso y sin duda fue de lo mejor del libro, sin embargo, como dije, se vuelve un poco repetitivo, creo que el libro se hubiera beneficiado de una edición más exhaustiva, que hubiera dejado esas partes más concisas y hubiera eliminado algunos párrafos que en mi opinión no aportan nada, como lo fue por ejemplo uno en que se habla de servicios sexuales, o de un hotel muy caro, entre otros, fueron secciones muy pequeñas en el libro, de apenas un párrafo o así, pero no entendí para qué añadirlas si no aportan nada a la historia.

En fin, con respecto a la vida de Miguel, pues qué puedo decir, me parece admirable atreverse a existir siendo una persona discapacitada, y como dije mis partes favoritas del libro, (que realmente me gustaron y hasta ganas me dieron de resaltar) fueron algunas de las dudas con respecto a la religión y la existencia del ser humano, pero también hubo partes del libro, que tal vez por la manera en la que están narradas, o tal vez por la diferencia generacional, me parecieron medio cuestionables, sin embargo, no quiero juzgar porque como dije no conozco a Miguel y a pesar de todo parece que lo que más destaca de él es su perseverancia y resiliencia. En fin, le deseo mucha salud.
 

Mi mamá me pidió que llenara un tambo al cual le caben 200 litros de agua, y me dio un balde de un litro para ir y venir 200 veces a traer agua. Mientras iba y venía se me ocurrió pensar que cada litro de agua era una experiencia, y si el tambo se hacía chico, las 200 experiencias se iban a desbordar y a desparramar. Entonces recordé a mi abuelo, quien a los 30 años era un joven fuerte, alto y bien fornido, y, cuando lo vi así en una foto, pensé: «A este hombre le caben mucho más de 200 experiencias. Tiene espacio para miles y miles de experiencias». Sin embargo, en su vejez, y por la enfermedad que tú le mandaste, se hizo chiquito, y me pregunto: «¿A dónde se habrán ido esas miles y miles de experiencias que le costaron miles de idas y venidas?».

A mí, como escritor, se me hace ilógico tu diseño, Dios, por eso he perdido la credibilidad en ti...