Este libro llevaba desde la Feria del Libro del 2023 cogiendo polvo en mis estanterías. No tenía mucha idea de qué iba, solo que había tenido mucho éxito y yo tenía muchas ganas de leerlo. Puede que haya tardado, pero siento que he acabado leyendo la novela en el momento exacto en el que la necesitaba. Me he sentido totalmente identificada con la protagonista, una mujer que se encuentra atrapada entre dos mundos porque, desde pequeña, se ha visto obligada a vivir entre dos familias tras el divorcio de sus padres. Sé lo que es pasar por eso, que tus dos progenitores se odien y te veas forzada a hacer malabares para que los dos mundos no colisionen. Sentirte fuera de la familia. Las cicatrices que esa ruptura conlleva. Esto te hace replantearte qué es una familia, los vínculos que unen a las personas que la integran y el peso que tiene en nuestras vidas. Este libro es una gran reflexión sobre la biografía personal de la autora —amamos la autoficción—, pero también sobre la nuestra, sobre la gente que amamos y sobre las relaciones que establecemos. Y también se habla sobre maternidad, sobre paternidad, salud mental y feminismo (todos temas predilectos en mis lecturas), intercalados con historias sobre el espacio, que sirven de metáfora para todos estos temas tan abstractos y tan delicados. He disfrutado cada segundo de esta novela y no se lleva las cinco estrellas porque siento que no ha tenido ese punch especial que la haría entrar en mis favoritos. Pero, desde luego, no creo que sea un libro que vaya a olvidar pronto,