The Moonstone and Cipher cases were pretty engaging, but I’m starting to get frustrated with how the story handles reveals. I really dislike it when revelations are dropped only to have the narrative immediately jump to a new case as if nothing happened. This formula is starting to wear thin for me. 

I think I have a decent idea of who Ms. Wakasa is based on clues from previous volumes, but I’m still uncertain about where and when Conan/Shinichi and Ran met Sera and her family years ago. I’m hoping this was shown in earlier volumes, but if it’s something that supposedly happened off-page in the past, that would be disappointing. 

… And who exactly is this Momiji Ooka? Is Aoyama trying to create a love triangle here? Please, no! We already have so many characters in the series that need more attention and development. Introducing new ones for romantic subplots just feels unnecessary at this point. 

Caso "Kazuha, Send Nues": otro capítulo del romance de Heiji y Kazuha que no lleva a ninguna parte. Por lo menos, esta vez Aoyama lo sabe y juega con ello. Hay que reconocer que el tema SWAT tiene cierta gracia en su risa cómplice al lector. La inclusión de Momiji Ooka podría ser un interesante refuerzo de la relación de la pareja, pero habiendo visto la vigesimoprimera película, queda claro que Aoyama tirará por un triángulo amoroso absurdo cuyo resultado ya conocemos y, por tanto, no añade ningún tipo de tensión. Suficiente tiene ya Kazuha con lo tóxico de Heiji.

Sobre el caso, es de todo menos memorable. Recuerda al del perro en llamas por su lograda atmósfera terrorífica, pero también por su resolución: un montaje increíble que demerita lo brillante de su misterio sobrenatural. La respuesta es tan rebuscada que cuesta aceptarla lo más mínimo. Ahora bien, he aprendido sobre el sodio metálico y el potencial de las bebidas carbonatadas, por mucho que esto último lleve a situaciones imposibles. Si algo puedo asegurar es que no me he aburrido. El talento de Aoyama sigue desprendiéndose de cada página con un dibujo excelente, una condensación de la información en 16 páginas, una distribución de viñetas brillante y un reparto tan carismático que cómo no va a entretener. Sé que esta serie no me va a terminar aburriendo nunca.

Caso Kaito Kid Se Hace Tremendo Estofado: los casos de Kid siempre entretienen los que más. Okiya es una inclusión agradecida al caso y el misterio tiene una resolución, por una vez en mucho tiempo, verdaderamente creíble y fácil de ejecutar. La relación entre Jirokichi y Kid cada vez me gusta más, con esa necesidad de pedirle ayuda indirectamente para resolver los misterios de Kichiemon.

Caso Rumi-ando el Misterio: primera aparición de Rumi Wakasa, otro de esos juegos cómplices de Aoyama. Su nombre se pronuncia casi igual que Rum y es más que probable que sea una de las sospechosas, ni que sea porque solo se le marca un ojo en la viñeta en que muestra sus verdaderos colores. Será un detalle, pero a eso se dedica Aoyama. El tema de la escítala es intrigante, si bien el misterio es tan excesivo como siempre y no hay quien se crea la solución, especialmente cuando tira por japonesadas que los occidentales entendemos entre poco y nada. La pista de Rumi no parece ser impostada y, por tanto, no me la creo. Ahora bien, toda la escena de los ladrones contra Rumi es exactamente la razón por la que uno termina adorando la serie: una bizarrada a la japonesa que se mueve a través de puro hype. Detective Conan es una serie shônen disfrazada de manga de misterio.

Caso "Aquí Venimos Por Sera": seamos sinceros, este caso solo tiene sentido por la escena de los probadores. Bendita sea Sera y su microbikini; no se cómo Aoyama hace que los personajes incordien con la no feminidad de Sera al tiempo que la obra reafirma positivamente su tomboyismo como identidad no normativa. Autor y personaje parecen decir cosas distintas. Yo disfrutaré de la libertad de Sera en una sociedad tan constrictora como la japonesa e ignoraré en la medida de lo posible los comentarios tradicionalistas.

Si hablamos de lo menos importante, que por alguna razón es lo más para Aoyama, el caso es estándar. El montaje de los zapatos tiene su gracia si no fuera porque el teléfono móvil es llevarlo un poco lejos. A estas alturas, no comprendo la razón de que Conan y Sera se conozcan desde hace tanto tiempo y no hablen en ningún momento de ello. Supongo que es un juego de Masumi, pero llega un punto en el que ese "los personajes no hablan" de hace tantos tomos atrás es demasiado.